- La iniciativa de reducción a la jornada laboral fue sometida a análisis en 2023 y, con ello, despertó la polémica entre los sectores empresariales, de trabajadores y político
Ciudad de México.- Trabajar menos para tener más tiempo y compartir con la familia no requiere solamente de un esfuerzo personal, sino de una reforma legislativa que ampara esa práctica; esta es la motivación de la iniciativa de ley que busca una reducción en la jornada laboral de 48 a 40 horas en México, como ha sucedido en otros lugares del mundo.
Fue en octubre de 2022 cuando la diputada de Morena, Susana Terrazas, presentó una iniciativa al Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para reducir la jornada laboral, que hoy en día es de 48 horas, y quedar en 40. Es decir, obligaría a dos días de descanso por semana para todos los trabajadores en México.
Según quienes apoyan esta reforma, y conforme a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países donde las personas dedican más tiempo al trabajo: 2 mil 226 horas, para ser exactos. Lo que hace del país, uno de los que menos descansa, pero que no necesariamente tiene el mismo impacto en la productividad.
La iniciativa fue sometida a análisis en 2023 y, con ello, despertó la polémica entre los sectores empresariales, de trabajadores y político. En el primer periodo ordinario de sesiones, que terminó el pasado 15 de diciembre, no se aprobó, pero Morena va por ella «sí o sí» y aquí te compartimos detalles del estado que guarda la reforma.
Diputados de todos los grupos parlamentarios se comprometieron a aprobar la reforma para reducir a 40 horas la jornada laboral antes de que concluya la 65 Legislatura, aunque lo anterior implique modificar el proyecto integral para agregar el principio de gradualidad.
Durante la pasada instalación de la Comisión de Trabajo en Materia de Días de Descanso Laboral, los empresarios advirtieron que sus irreductibles para apoyar el dictamen son que haya gradualidad, estrategias claras para fortalecer el empleo formal y compromiso de productividad por parte de trabajadores, en tanto que el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, señaló que su bancada está dispuesta a aceptarlo.
Jorge Romero, presidente de la Junta de Coordinación Política, adelantó que el aval del proyecto es un tema de «sí o sí»: «Todos queremos encontrar el cómo sí, y por eso lo decimos: haremos de esta reunión una mesa de trabajo para que en el próximo y último periodo de sesiones de esta 65 Legislatura este sea un tema sí o sí. Este es un compromiso que estamos haciendo público, es una reforma constitucional, amerita el consenso con la oposición, pero estamos dispuestos a hacerlo por la gente y por el bienestar de este país».
¿Cuándo volverá a ser discutida en el Congreso la semana laboral de 40 horas?
La discusión de la reforma de ley para lograr disminuir la semana laboral deberá ser aprobada antes de que termine la 65 Legislatura, es decir, en el segundo periodo ordinario de sesiones que comienza el 1o. de febrero y que no deberá prologarse más allá del 30 de abril de este mismo año.
Se prevé que las mesas de trabajo sostengan una reunión por semana a partir de este mes de enero y que los foros concluyan en marzo, a fin de debatir el dictamen en el pleno antes de que concluya la 65 Legislatura.
¿Qué piden los empresarios para la aprobación de la nueva semana laboral?
Francisco Cervantes Díaz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), afirmó que hay voluntad por parte del sector empresarial y que una muestra de ello es que en los últimos años ha habido un importante paquete de reformas laborales «y en todas hemos colaborado. Hemos hecho un esfuerzo muy importante por el bien de los trabajadores».
Pese a ello, enlistó las condicionantes para que puedan dar su aval al proyecto.
«Los empresarios de México valoramos esta oportunidad de encontrarnos para continuar analizando la iniciativa sobre la reducción de la jornada laboral. Se deben considerar cuatro factores fundamentales: el primero, que las empresas afectadas son las pequeñas y medianas empresas, que ocupan 98% de las empresas de todo el país. Además, se requiere 1% del Producto Interno Bruto para implementarla; también se deben fortalecer los esfuerzos para transitar al empleo formal y, finalmente, [se debe] señalar que el aumento de la productividad laboral es una condición necesaria para respaldar de manera consistente esta propuesta», indicó.
Héctor Tejada Sahaar, de la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), advirtió que para hacer posible el aumento de los salarios mínimos, así como las reforma sobre pensiones, subcontratación y vacaciones dignas, «el sector empresarial ha destinado 60% de los ingresos de sus empresas comparado con los ingresos de 2018», por lo que aseguró que se requiere más tiempo para aliviar el gasto que se ha hecho.
«La reducción de la jornada laboral podría resultar en una disminución de la disponibilidad de productos y servicios; los trabajadores también podrían experimentar una disminución de su salario. Esta reforma también podría reducir los ingresos fiscales generados a través de los impuestos, las empresas podrían enfrentar costos adicionales, lo que podría reducir sus márgenes de beneficio, y además no contempla una política pública para desincentivar la informalidad», dijo.
Por parte del Gobierno federal, Esteban Martínez Mejía, titular de la Unidad de Enlace de la Secretaría de Gobernación, adelantó que también acompañarán la propuesta de gradualidad.
«Necesitamos encontrar coincidencias que sean acordes a nuestra realidad nacional, analizar cuestiones como flexibilidad, gradualidad, temporalidad, todos estos factores que se requieren para implementar exitosamente esta reforma, estos esquemas de jornada digna», aseveró.