Por Jaime Aguirre/2-Mayo-2024
CD. VICTORIA, TAMAULIPAS.- El riesgo de enfermedades gastrointestinales aumenta en temporada de calor por la ingesta de alimentos en mal estado o por el consumo de agua de fuentes no formales, manifestó el secretario de Salud, Vicente Joel Hernández Navarro, al señalar que las altas temperaturas pueden provocar riesgos en la salud si no se adoptan las medidas de prevención.
El titular del área de salud en Tamaulipas, recomendó a la población incrementar las medidas higiénicas antes de preparar y consumir los alimentos, evitar el consumo en la vía pública, ya que en esta temporada estos productos entran en descomposición con mayor facilidad.
“El riesgo que se incrementen las enfermedades gastrointestinales también se deriva a que al no haber suficiente agua en nuestras redes formales de abastecimiento, existe la necesidad por parte de la población de acudir a fuentes alternas no formales como pozos de agua, norias e incluso el trasporte de la misma en pipas que no están regularizadas por los municipios o por la Comisión Estatal contra Riegos Sanitarias (COEPRIS)”, por lo que recomendó hervir el vital líquido en este caso.
“El aumento de las temperaturas implica también el riesgo de que se presenten casos gastrointestinales e incluso de hepatitis por ello la importancia de aplicar las medidas preventivas de higiene y se hace necesario poner especial cuidado en donde consumimos tanto los alimentos como el agua”, destacó.
Refirió que a través de los Comités de Vigilancia Epidemiológica y el Comité Estatal de Seguridad en Salud, se han establecido acuerdos para que a través de los municipios y de la COEPRIS, se incorpore a la formalidad todas las fuentes alternas de agua en época de sequía para que sean debidamente verificados y tener la certeza de que se trata de fuentes seguras y sin riesgos a la salud.
Por último recomendó a la población incrementar las medidas higiénicas antes de preparar y consumir los alimentos, mantener en conservación adecuada los alimentos perecederos, evitar el consumo de alimentos y bebidas preparados en la vía pública, así como hervir el agua que consumimos si ésta no proviene de una red de abastecimiento confiable.