Casi 25 años después de su debut como pugilista profesional, Ana María Torres sigue haciendo historia en un deporte protagonizado principalmente por hombres y en el cual ha ganado diversas batallas tanto dentro como fuera del ring, logros por lo cuales recibirá una importante distinción este domingo, cuando sea inducida, dentro de la clase 2024, al Salón de la Fama del Boxeo Internacional de Canastota, en Nueva York.
La Guerrera, retirada desde hace 12 años tras hacer una pausa por maternidad, confiesa que jamás imaginó que podría ser acreedora a este reconocimiento, el cual percibe como el fin de un ciclo en su vida.
“Siento que es la culminación de mi carrera, como deportista y como campeona. Nunca pensé que sería inmortalizada y que estaría junto a grandes peleadores como Muhammad Ali, Julio César Chávez, Humberto La Chiquita González, y muchos otros que son mis ídolos, que cuando comencé en el boxeo siempre quise conocerlos y que me dieran su autógrafo. Me siento muy emocionada, hasta me dan ganas de llorar, es algo que me llena de orgullo”, mencionó en entrevista con La Jornada.
Aquella noche del 3 de julio de 1999, cuando subió nerviosa al cuadrilátero de la mítica Arena México para su debut profesional y enfrentar a Mariana La Barby Juárez en la primera pelea entre dos boxeadoras en una función pública en el país, donde una ley de los años 50 prohibía a las mujeres practicar este deporte, hoy parece muy lejana; sin embargo, Ana María recuerda perfectamente todos los obstáculos que tuvo que vencer para poder llegar ahí.
“Fue una lucha constante, nadie creía en mí ni en el boxeo femenil. Tocaba las puertas de los promotores y todas se cerraban, me decían que no. En ocasiones me ponía triste, pero mi familia siempre me motivaba a seguir adelante y no me rendía por ellos, al contrario, le echaba bravura y coraje.
Pese a las múltiples negativas, seguí trabajado en el gimnasio, aprendiendo y mejorando mi técnica. Con esfuerzo y dedicación demostré que podía ser una buena peleadora, y cuando se dieron cuenta que daba buen espectáculo y que tenía pegada, fue cuando los promotores voltearon a verme
, comparte la ex campeona de peso supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), quien además será la segunda mexicana en llegar al Salón de la Fama, luego de que Laura Serrano fue inducida el año pasado.
Revela que su meta inicial en el boxeo no era convertirse en peleadora profesional, sino aprender y demostrarles a los hombres que yo también podía practicar este deporte y hacerlo bien
. No obstante, asegura que conforme pasó el tiempo ya no quería mostrarles nada a ellos, sino a mí misma, sabía que con constancia y dedicación podría llegar muy lejos, fue entonces cuando empecé a construir mis sueños
.
Indicó que tras ser campeona nacional vinieron más retos, quería otros títulos, como el de Norteamérica que pude lograr, y obviamente empiezan a aparecer en el panorama los campeonatos mundiales, entonces me dedi-qué mucho y afortunadamente pude cumplir con ese objetivo, y hoy me parece increíble que vaya a recibir este reconocimiento
.
No olvida a sus colegas
Ana María, quien tras las 34 peleas que disputó a lo largo de su carrera obtuvo un récord de 28 triunfos, 16 por la vía del nocaut, tres derrotas y el mismo número de empates, es humilde y no se olvida de sus colegas, pues asegura que aunque ella vaya a recibir esta distinción, fueron muchas mujeres las que lograron que el boxeo femenil mexicano se desarrollara.
“No fui la única que demostró que las mujeres también podíamos practicar este deporte, en mis inicios me acuerdo mucho que estaba Gloria Ríos, Mary Durán, La Taxista Morales, Adriana Chamosa, Elizabeth Sánchez, Andrea La Nena Benítez, y puedo nombrar muchas más, ellas se merecen mi admiración, todas pusimos un granito de arena para que el boxeo femenil en nuestro país hoy sea una realidad. Hay muchas que han demostrado su calidad en el extranjero, y gracias a eso nos respetan muchísimo”, apuntó la originaria de Netzahualcóyotl, estado de México.
No obstante, la emoción que le causa recordar a otras mujeres que también han luchado contra los prejuicios para salir adelante en este deporte, se ve opacada cuando reflexiona acerca de los bajos salarios que siguen recibiendo las boxeadoras.
“Desafortunadamente, en ese momento muchas de ellas se retiraron porque no había apoyo, casi no había peleas y era difícil solventar al menos algunos gastos del entrenamiento, pero de alguna manera todas contribuyeron en algo.
La noticia triste es que lamentablemente una mujer todavía no puede vivir del boxeo, pues los sueldos siguen siendo muy precarios. La verdad es que la que gana y realiza su sueño, es por méritos propios, son satisfacciones personales, de su familia y de la gente que está alrededor que la apoya
, aseveró.
En ese sentido, consideró que los promotores deberían ver al boxeo femenil ya como un verdadero negocio
, pues aunque reconoció que sí ha tenido una evolución, señaló que aún falta mucho por hacer
en cuanto a los sueldos y las condiciones en las que se desarrollan las peleadoras.
Finalmente, La Guerrera, quien protagonizó memorables peleas frente Jackie Nava, con la que no descarta hacer una exhibición en un futuro cercano, y Mariana Juárez, se mostró optimista ante la actual generación de boxeadoras.
En este momento me parece que tenemos muy buenas exponentes, como Yamileth Mercado, que se ha enfrentado a Amanda Serrano, quien ahorita es considerada la mejor a nivel mundial en su peso (pluma), también están las chicas que nos van a representar en los próximos Olímpicos de París, Ci-tlalli Ortiz y Fátima Herrera, ellas están dejando en alto el nombre de México y, sobre todo, inspirando a más mujeres a practicar este deporte, en el que siempre he dicho que la disciplina es la clave del éxito
, concluyó.