Por: Chano Rangel
Mire cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de Estados Unidos, no es alarde político, ni capricho personal, si no una ideología bien clara, de lo que el inquilino próximo de la Casa Blanca, piensa del mundo y sus movimientos económicos y políticos.
Anexar Groenlandia, e imponer su voluntad en el canal de Panamá, no es una vertiente ajena a la agenda de Estados Unidos. Para recuperar el comercio mundial, que poco a poco conquistado China, los norteamericanos necesitan indiscutiblemente las vías comerciales decisivas del mundo; y Panamá es la vía más productiva e importante del comercio marítimo mundial, y por donde China, transporta el 20% de sus mercancías, loco no está el señor, quizá no tiene filtros de lo que dice, porque Trump, dice lo que piensa, aunque a veces piensa lo que dice.
Tampoco está por demás poner atención a la intervención en la guerra del fentanilo, las intervenciones de Estados Unidos, en Panamá, con Noriega, con la operación Condor, que intervino prácticamente en todo América Latina. No es la desaparición de las drogas, si no tenerlas bajo su control, para los Estados Unidos, no tener el control más rentable del mundo, no es una idea sencilla de concebir.
Las distintas señales para el gobierno mexicano deberían de ser atendidas, porque de la vociferada a los hechos son solo dos semanas de espera, el 20 de enero se dará la llegada de nueva cuenta de Trump a la Casa Blanca y ahí comenzara nuestro calvario como mexicanos, o mejores condiciones de vida, depende de las medidas y los acuerdos que el gobierno populista mexicano tenga en mente.
Otro de los aspectos es que tanto Estados Unidos como México, tendrán gobiernos populistas, la diferencia estriba, en el pensamiento ideológico, uno es de izquierda el mexicano y otro de derecha el de Estados Unidos. Inversamente a los dos lados de los extremos de las ideologías mundiales.
También hay coincidencias, Trump es nacionalista, lo mismo que Claudia Sheinbaum, sin embargo, los Estados Unidos, tienen suficientes reservas alimentarias, petroleras, y monetarias, para aguantar una crisis, mientras nuestro país vive al día, y por si fuera poco los fondos de estabilización, fideicomisos y ahorros se han dilapidado en apoyos sociales.
Para que México entre en crisis, no es necesario que el próximo presidente de Estados Unidos, cumpla todas sus amenazas, la guerra del fentanilo, los aranceles y la migración, solo con una medida que endurezca nuestro país sentirá lo duro del acero.
Otro asunto de suma importancia es el cobro de impuestos a las remesas, y es donde los mexicanos podrían ser más perjudicados, porque en nuestra nación, los envíos de dinero de Estados Unidos son fundamentales para la sobrevivencia económica y familiar de muchas regiones marginadas del país.
Las remesas son hoy en día, una fuente importante para que muchas comunidades de todo el país sobrevivan y sigan de pie, miles de familias solo tienen ese ingreso para su economía familiar, presumir de esos ingresos es una crueldad del gobierno federal, porque es precisamente lo contrario, esos migrantes se fueron del país, porque no tuvieron aquí la oportunidad, y tuvieron que arriesgar hasta su vida, por un sueño americano.
Las definiciones se darán a partir del 20 de enero, la pluma del próximo presidente de Estados Unidos está lista para firmar los acuerdos presidenciales, y la nieve que rodea la Casa Blanca, será más caliente que el frio que envuelva a México, con la aprobación de cualquier medida por parte de nuestro principal socio comercial.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Se puso frio, algunos argumentan que el frio se dejó sentir desde octubre, cuando el dinero circulante empezó a descender y a poner en aprietos al comercio y la economía de todo el país.
Comerciantes pequeños y medianos reciente más la falta de circulante, un propietario de frutería en San Fernando asegura que sus ventas descendieron un 50%, y una ferretería en Matamoros, pone como base que la construcción bajo hasta en un 40% en el ámbito familiar.
Los augurios para este 2025, tampoco son los mejores, el T-Mec, nuestra columna vertebral en el ámbito del comercio mundial está en dudas, todo por ideologías contrapunteadas en ambos lados del Río Bravo.
Los gobiernos locales, estatal y nacional tendrán que ajustar sus gastos, el dinero en apoyos sociales en el sexenio pasado y las obras faraónicas está sucumbiendo con la economía del país y de todas sus áreas. No hay dinero que dure cuando este se malgasta.
chanorangel@live.com.mx