Tiempos de Guerra/ ¿La ruta al abismo?

Por: Chano Rangel

La historia tiene atisbos, algunos hoyos y muy seguramente socavones en la vida política mexicana, de esos hay muchos, pero pocos se conocen a profundidad como los desaparecidos en Ayotzinapa, las muertas de Juárez y los colectivos de búsqueda, por lo inmediato de las redes sociales, el Rancho Izaguirre es un ejemplo de ello.

Hace algunas décadas el gobierno federal, transformaba la narrativa a través de los medios de comunicación, no había mejor mensajero del régimen que Jacobo Zabludovsky, en su noticiero nocturno y sus versiones de noticias eran la plataforma del comentario político al día siguiente.

Han pasado muchas décadas de los 60s hasta hoy en día, los medios masivos fueron ganando terreno y la democratización de la información también, sobre todo en los tiempos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, los presidentes quizá más criticados y analizados por el escrutinio popular.

Ahora 50 años después el gobierno intenta otra vez mas regresar todo al pasado, donde un gobierno autoritario -Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverria- socavaron la información y controlaban a los medios masivos en su conjunto.

Lo aprobado en el congreso federal no es nuevo, la ley actual provenía de 2013, de aquel Pacto por México, donde se les daba la libertad a todos los medios de comunicación de la crítica y el análisis, como las que existen en las más solidas democracias del mundo.

Pero a este régimen que ya marcha sobre su segundo periodo, la crítica no le es agradable, hace unos días Gerardo Fernández Noroña, tuvo respuestas insultantes a los medios por cuestionarlo de la elección de jueces y magistrados; porque nadie en la 4T, asume la responsabilidad de un proceso de elección desaseado, opaco y poco competitivo.

Ya no se puede culpar a los gobiernos anteriores del desfiguro, la reforma al poder judicial es obra de la 4T, los desaciertos, errores o yerros, son también su responsabilidad, pero a la hora de asumir los costos, se molestan y agreden a los medios por cuestionarlos.

Las redes sociales, el internet, no estaban del todo bajo control del estado en su reglamentación, pero con la nueva ley, el gobierno también pretende controlar la narrativa en estos espectros, aludiendo crecimiento y democratización de los medios, no puede haber democracia en un sector donde se impondrá la narrativa y se darán premios o castigos a los bien portados.

El Rancho Izaguirre, los colectivos de búsqueda y la mayoría de las noticias que afectan el actuar y el comportamiento de la 4T en su segundo piso, son a través de la red, y eso es lo que pretende ahora restringir el gobierno de la república.

Con la ley Merino, como se le conoce se le dará al área de innovación y tecnología, todas las herramientas para castigar y premiar, a quienes, si piensen igual que los cuatro teístas, los demás recibirán palos, garrote o zanahoria, es la nueva etapa.

Los diputados no leyeron la ley, pero tampoco le cambiaron una sola coma, como es la costumbre de las iniciativas de ley enviadas por el ejecutivo en turno, en esta nueva era de la izquierda en el gobierno.

Ahora vendrán de nueva cuenta la época oscura, donde solo se conocerá lo que al gobierno le interesa y a quien publique lo contrario la ley a secas, el retroceso al viejo sistema priista.

En el texto, no hay nada más claro, los villanos son los críticos, los buenos son cuatro teístas, los que piensan distinto son enemigos de la patria y los que se atreven a criticar, unos verdaderos delincuentes mediáticos, al ritmo que vamos ya no habrá espacio para la crítica objetiva y el análisis político. Por el bien de México, espero estar equivocado.

Es cuánto.

De Aquello y lo demás…

Hace algunos días platique con un joven que hace algunos meses ingreso a la facultad de derecho de la Universidad de Nuevo León, una de las mejores universidades públicas del país.

Su entusiasmo se desbordaba, su quehacer era típico de aquellos que llegamos llenos de ilusiones a las facultades universitaria, llenos de ánimos y de muchos proyectos.

Aún hay jóvenes soñadores, y de esos hacen falta muchos en México, jóvenes rebeldes, que encausan la ideas y las nuevas generaciones, no lo quise despertar con la realidad, pero espero ver a muchos jóvenes con este entusiasmo y no estar cursando una carrera solo por darle gusto a los padres.

México necesita muchos jóvenes con sueños, con ideales y sobre todo con las ganas con las que aquel joven contaba sus experiencias universitarias.

chanorangel@live.com.mx

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