Por: Chano Rangel
Se han empezado a mover las fichas, los partidos políticos de la Alianza Va por México, se han envuelto en la bandera de la ciudadanización para anunciar un método de la selección de quien será su candidato para el 2024, quien contienda por la presidencia de la república.
La idea es hacer mucho ruido, que las organizaciones civiles se involucren, que el Frente Unido por México, funcione correctamente y así como, pudieron organizar una mega marcha a favor del INE, puedan movilizar a miles o millones de ciudadanos en todo el país el día de la elección presidencial, con el agregado que estos ciudadanos, no necesitan vales de gasolina, despensas, o algún apoyo social, solo un buen candidato y motivo para salir a sufragar.
Con esta idea salen la oposición, es buena la idea, pero se tenían que plantear varias preguntas como ¿aceptaran Alito Moreno y Marco Cortez, la decisión de la sociedad civil? ¿podrán coexistir la sociedad civil con los partidos opositores? ¿tendrán la estructura las organizaciones civiles para la movilización? Y muchas preguntas más podrían plantearse y replantearse, el camino puede ser el correcto, mas no así, sus liderazgos, que se asumen como partidos políticos.
Si la oposición logra amalgamar a la sociedad civil en un proyecto creíble y viable, la contienda se torna harto interesante, y solo faltaría ver qué fichas mueve el Movimiento Ciudadano como partido, para que la elección se divida en tres o quede nomas en dos opciones de gobierno.
Uno de los diques es que Marko Cortés, quiere ser diputado y líder de la bancada azul en San Lázaro, Alito Moreno, busca ser senador de la república obviamente por el lado de la dádiva, llamada plurinominal, ningún líder quiere arriesgar su poco capital político en una elección de territorio, con el agregado que quizá la perderían.
Del PRD, no podríamos decir nada, porque su fuerza, la poca que tiene está en el centro del país, fuera de esas líneas no tiene nada, su cercanía más pura es con Morena, y sus intereses ahora están en ese partido, muchos de sus eternos militantes, ahora ocupan cargos en la 4T de primer nivel.
Para el PRI no hay otro mañana, no hay otro tiempo, es aquí y ahora, lo que sigue en caso de perder en el 24, es su extinción, no como partido, pero si como fuerza opositora, caería en los brazos de Morena, como lo están actualmente el Verde y el PT, sería usado como carne de cañón por el gobierno en turno, solo para también acaparar su presupuesto en las prerrogativas electoreras y con ello cerrar la pinza de las estructuras electorales nacionales.
En el PAN las cosas son distintas, el panismo siempre ha sido una brega de eternidad, como lo anotó Manuel Gómez Morin, la lucha tiene más de 80 años, con el agregado que Acción Nacional, nunca ha sido un partido de estado, como lo fueron el PRI y ahora Morena, por eso sigue en la lucha, sus cimientos no están sostenidos en las estructuras de gobierno, si no en su militancia, y por eso siempre han estado en la pelea, de una forma o de otra, es la oposición más antigua del país.
Sin embargo, aliarse con el PRI, le ha costado caro, el PAN, ha pagado el desprestigio del priismo, los negativos los han absorbido en el partido azul, y los escurrimientos del priismo se han ido a refugiar a Morena.
El 2024, podría ser distinto con otras opciones, si se siguen haciendo las mismas cosas, poco podremos ver, más que ver cómo se corona el morenismo, con el mando de AMLO, o sin este con Marcelo Ebrard.
Con la sociedad civil, se puede competir y ganar, pero no jugar con esta, porque le viraje sería fatal para la Alianza, la historia puede repetirse.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Alguien se ha preguntado de la labor de los diputados federales de Tamaulipas, alguien sabe que han conseguido para los tamaulipecos, alguien sabe algo de sus acciones, de su trabajo legislativo a favor de la entidad, si lo sabe coméntelo, porque un servidor no.
Los senadores tampoco han hecho nada, y en esto si están parejos, no azules, ni guindas, ni tricolores, nadie ha metido las manos por su entidad, sigue habiendo recortes presupuestales, y nadie dice nada, ni se atreve alzar la voz en el senado y en la cámara de diputados.
El 2024, serán evaluados, ya sin la figura del presidente en las boletas, y ahí se verá quién sí y quien cumplió con sus representados, el pueblo si se equivoca, pero corrige con prontitud en la siguiente acción. Veremos pronto el resultado.
chanorangel@live.com.mx