La pasión por el futbol que permeó a todo el Vaticano

  • El equipo de sus amores fue el San Lorenzo de Almagro, club del que fue socio oficial desde 2008

Ciudad de México.- El Papa Francisco siempre fue un apasionado del deporte, especialmente del futbol.

Desde niño, en el barrio de Flores en Buenos Aires, Argentina, desarrolló un amor profundo por el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, del cual fue socio vitalicio, con el carnet número 88 mil 235. Su afición surgió gracias a la influencia de su padre, quien jugaba baloncesto en San Lorenzo y a las visitas al Estadio Gasómetro junto a su madre.

Aunque solía bromear diciendo que era un “pata dura” (no muy hábil) jugando al futbol, Francisco actuaba como portero en los partidos informales de su juventud. Esa pasión por el balompié nunca lo abandonó, ni siquiera tras su elección como Sumo Pontífice en 2013.

Durante su pontificado, recibió en el Vaticano a numerosas figuras del balompié, incluyendo a Lionel Messi, a quien saludó en una audiencia histórica que emocionó al mundo entero.

Un par de momentos especiales de su vida futbolera como Papa se dieron con un par de triunfos especiales. El primero, el título del San Lorenzo en la Copa Libertadores 2014, la primera conquista del “Santo” en el torneo de clubes más importante de Sudamérica. Y el segundo, sin lugar a dudas la conquista de Argentina del Mundial de Qatar 2022.

Aunque siempre mantuvo su perfil bajo, se sabe que celebró discretamente los triunfos del Ciclón y la Albiceleste, victorias que cerraron el círculo de su amor por el futbol.

Francisco también impulsó encuentros que combinaban deporte y solidaridad. En 2013, promovió un amistoso entre Argentina e Italia como símbolo de paz. En 2016, respaldó un partido benéfico entre San Lorenzo y la Roma para ayudar a las víctimas del terremoto de Amatrice.

Además de su amor por San Lorenzo, recibió a equipos como el Real Murcia y Racing de Santander, y a Selecciones como la de Croacia, subrayando siempre que el deporte debía fomentar el compañerismo, la humildad y la unidad.

Francisco no solo fue el “Papa futbolero”, fue también el líder que entendió que, a través del deporte, podía conectar corazones más allá de cualquier frontera.

La pelota se detiene en Italia y Argentina

La actividad en los torneos de Primera División de Argentina e Italia quedó suspendida.

Todos los eventos deportivos programados para el Lunes de Pascua en Italia fueron pospuestos, incluidos cuatro partidos de la Serie A: Torino-Udinese, Cagliari-Fiorentina, Genoa-Lazio y Parma-Juventus. Los cuatro partidos se jugarán mañana, anunció la Liga italiana.

La Asociación del Futbol Argentino también suspendió la actividad futbolística prevista para ayer, incluyendo los partidos Tigre-Belgrano, Argentinos Juniors-Barracas Central e Independiente Rivadavia-Aldosivi de la Primera División.

“Francisco fue un referente no solo espiritual, sino también futbolístico, y se reunió con jugadores, dirigentes y leyendas del futbol, como el capitán de la Selección Argentina, Lionel Messi y Diego Armando Maradona”, destacó la AFA en un comunicado.

El día que se perdió la Final de Qatar 2022

El Papa Francisco fue uno de los pocos argentinos del planeta que no vio a Leo Messi levantar la Copa del Mundo en 2022, debido a una promesa de no ver televisión que le hizo a la Virgen del Carmen en 1990.

Francisco no vio los dos partidos más importantes de la historia de la Selección Albiceleste durante su papado: la Final perdida ante Alemania en Brasil en 2014 y la Final ganada a Francia en Qatar en 2022.

Un día después de su cumpleaños 86, el 18 de diciembre de 2022, Argentina jugó ante Francia la Final del Mundial.

“Estaba reunido con cinco pilotos de AlItalia y sus esposas. Quisieron venir a saludarme. Hablamos de vino argentino. ‘Tengo un poco, si quieren les traigo’”, recordó Francisco en una entrevista con La Nación en marzo de 2023.

“Cuando volví me dijeron está ganando 3-2 ó 3-1, no me acuerdo. Después me enteré de que ganó en penaltis. Me hizo pensar esto en la psicología argentina”, añadió.

Y reflexionó: “Capaz que es una cosa que no tiene fundamento, ¿eh? Pero yo lo digo. Nos entusiasmamos bien al principio. A los argentinos nos gusta empezar bien, pero nos falta la constancia de llegar más adelante. Felices porque ganamos el primer tiempo y dimos por ganado el duelo. Y no. El partido hay que lucharlo hasta el final. Y lo tuviste que pelear en el penal, tanto Holanda como Francia. Nos haría bien tener un ritmo continuo, progreso, sin aburrirnos, sin cansarnos…”, dijo el Papa en torno a dicha Final que le dio a la Argentina su tercer título mundial.

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