Por: Chano Rangel
Se imagina una transición donde el gobernador saliente, pusiera todo su personal a barrerle el camino y a limpiar los jardines, para que todo lo que el gobernador entrante encuentre todo agradable, sería estupendo, pero eso no pasa en la entidad, los dimes y diretes empiezan a ser parte de una escena conocida en todos los gobiernos de izquierdas.
Culpar al pasado de todo, es la mejor puesta en escena de la 4T, en esta llamada transformación no existen errores, no hay culpables y todo es color de rosa, y cuando de casualidad se llegan a equivocar sacan el manual de los culpables, y empiezan a tirar lodo por todos lados.
En Tamaulipas, las cosas marchan más o menos bien, hasta que sale Santiago Nieto, a tirarle pedradas al gobernador saliente Cabeza de Vaca, luego el mismo, gobernador electo, lanza sus misiles para no dejar solo a sus colaboradores.
Nada de esto fuera trascendente, si no viéramos y nos enteráramos, como una familia en Sonora, los Tadei, acaparan puestos públicos y cargos como si fueran un juego de fichas de demás chinas. Los que presumían ser distintos en Sonora, con Alfonso Durazo, están saliendo peor que el pasado.
Pero en Tamaulipas a los de izquierda se les olvido un pequeño detalle, al gobernador de ser el caso y de querer enjuiciarlo, se tendría que abrir otro expediente y otros casos, en México, no se puedo juzgar por el mismo delito dos veces. Esperemos si lean la ley en su contexto total los vociferantes.
La sorpresa de esta semana, la dio Héctor Villegas, el ahora alcalde con licencia de Río Bravo, que se integró este lunes al equipo de transición de Américo Villarreal, y desde su arribo se puso los guantes y empezó a tirar izquierdazos, por todos lados, hasta rueda de prensa se organizó, para que el rio bravéense hablara ante los medios locales de Victoria.
La transición se da por hecho, los detalles son casualidad dirían algunos, solo esperemos que el gobierno entrante, vaya a decir que no le vengan a decir que “la ley es la ley”, por aquello de inventar culpables, y sea un verdadero cambio profundo para Tamaulipas.
El pasado 5 de junio los tamaulipecos salimos a votar para darle un giro a la política de la entidad, para darle a esta tierra nueva oxigenación, donde quizá si veamos a los mismos, pero esperemos no verlos como en el pasado reciente, gobernando solo para unos cuantos, dando golpes de ciego y dejando el bienestar de las familias abajo, de sus pretensiones personales. Espero estar equivocado.
Estamos a escasos días de que la transición sea efectiva, donde los nuevos funcionarios, demuestren que los tamaulipecos no se equivocaron en darles sus confianza, donde el cambio sea de fondo, pero siempre pensando en las familias y el bienestar de los tamaulipecos, ya nos dimos cuenta que culpar al pasado de todos los males no es una estrategia buena para hacer gobierno.
Que mentir y echarles la culpa a los adversarios de los errores propios, tampoco ha resultado una buena forma de gobernar, esperamos cosas buenas para todos los tamaulipecos. Es cuánto.
Al tiempo.
De Aquello y lo demás…
Comenzaron a correr invitaciones para los informes de Matamoros, Reynosa y San Fernando, aún no tenemos los datos de otras ciudades, esperemos tenerlos para comentarlos, sin embargo el que ya lo hizo y se fue al equipo de transición, fue el Calabazo Villegas de Río Bravo.
Cuando el edil de Rio Bravo, brindo su informe, muy seguramente los diputados morenistas, ya sabían algo del alcalde, porque se apresuraron a conseguir invitación para asistir, algunos la consiguieron en la reventa dicen los críticos. La idea era tomarse la foto con el alcalde y quien se presume ir a ocupar una de las primeras 2 posiciones en importancia del gabinete estatal entrante.
Por eso apresurados llegaron Armando Zertuche, Úrsula Mujica, Magaly Deandar, y en total 13 diputados y el líder del partido Verde Manuel Muñoz Cano, salieron en la postal, dejaron sola a Carmen Lilia de Nuevo Laredo, y dieron respaldo al Calabazo ¿por algo será?
chanorangel@live.com.mx