Por: Chano Rangel
Se lo dijo Emilio Martínez Manautou a Enrique Cárdenas González y Américo Villarreal Guerra hizo lo propio con Manautou, y Manuel Cavazos Lerma reclamo fuerte a Villarreal, Tomás Yarrington culpó también a Cavazos, Eugenio Hernández realizó también su carnaval de culpas en contra de su antecesor, que se hizo más evidente con la llegada de Egidio Torre Cantú, que al asumir el gobierno, llegó con odios y resentimientos, luego se acabaron cuando el poder lo envolvió, y a la negociación de amor y paz con Cabeza de Vaca, a cambio de su exilio pacifico en Nuevo León.
Cuando Francisco Javier llegó al poder, su primer discurso fue que, encontró un estado en llamas, corrupto y en quiebra, seis años más tarde, ahora Cabeza de Vaca, es el culpable de todos los males de Tamaulipas, la historia se repite y como dijera Federica peluche, una y otra y otra y otra vez. La historia del que se va se repite una vez más.
A medida que los nuevo integrantes del gabinete se encuentren en funciones la disipaciones de la dudas irán también acentuándose u olvidándose; no hay duda que en todas las praderas del mundo, el que se fue tiene que cargar con la culpa de los males que aquejan a la región o estado.
Esta historia sigue una regla en la política mexicana y como si se tratara de una obra de teatro que se repite, es ahora el momento de Tamaulipas, como lo escribimos en esta columna, no defendemos a nadie, soy persona de instituciones y creo fielmente en la democracia, si hay algún desvío de recursos, acciones de delincuencia de cuello blanco, y enriquecimiento ilícito a base del erario público, entonces que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables.
También lo hemos mencionado que el ejecutivo estatal tiene hasta 5 años, para fincar alguna responsabilidad en dado caso de haberla, y si la hay que se castigue, que nadie quede impune y que los tamaulipecos seamos testigos de una real y expedita aplicación de la ley, pero jamás de una cacería de brujas.
Sin lugar a dudas la gradería exige sangre, pero la prudencia y perfil del nuevo mandatario no son de guerra, sino de conciliador, de hombre de estado, y de política de negociación, en política esa es la base del éxito. Claro pero que jamás sea solapada la impunidad.
Las cortinas de humo son válidas, pero estas no duran todo el sexenio, después de la caída del PRI, con Egidio Torre, el poder se desmoronó región por región y cada grupo político tomó su pedazo, cuando llego Cabeza de Vaca, y pudo entrar de lleno a ejercer el poder su coche con estos grupos fue brutal en muchas regiones, chocó con los Cantúrosas en Nuevo Laredo, con los Peña Ortiz en Reynosa y con los Luebbert prácticamente los tuvo en el exilio, en Matamoros con la Familia Salazar, con el poderoso grupo Matamoros, y el encarcelamiento de Pablo Zárate.
Si del centro se trata, su llegada y la imposición de la familia en la alcaldía de Victoria, con Pilar Gómez, trajo más golpes que acciones a favor de la capital, al final la población por despecho o por enojo, borró del mapa con voto, al panismo capitalino.
En el sólido sur, solo Chucho Nader, pudo conservar los buenos números, porque Alma Rosa Amparan, prefirió darle y trabajar para Armando Martínez, que darle la batuta a Ciro Hernández de su mismo partido, pero también su archienemigo público. Todos esos odios fueron catapultados por el morenismo, que atrajo a todos eso grupos y los metió al redil, con una promesa de asegurar la paz política; sin embargo Reynosa está fuera de todas las posiciones, ni José Ramón Gómez cuñado del innombrable y ex súper delegado de Programas Sociales, puede descifrar qué pasó.
Los platos rotos del pasado, en su momento los pagaron, Pedro Silva ex director de gobierno, ya fallecido, el Arquitecto Pedro Hernández Carrizales, hombre fuerte en el sexenio de Manuel Cavazos Lerma y Mario Ruiz Pachuca, del sexenio de Eugenio Hernández; y someramente Cristóbal Rosales del equipo de Egidio Torre.
También suena mucho y la gente se pregunta ¿Qué pasó con Manuel Muñoz Cano? Cómo se pagó a la contribución del Verde en la campaña de proselitismo, y esa interrogante solo los muy allegados la sabe y uno que otro metiche, sin embargo, el tiempo y solo tiempo acomoda las calabazas. Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Con la agenda de desarrollo económico, urbano y social que se ha trazado el gobierno municipal de Reynosa, el edil Carlos Peña Ortiz, ha sido cuidadoso de cumplir cada uno de los pasos de este orden de crecimiento ordenado.
La agenda que concluye allá por 2030, da a la ciudad de Reynosa certidumbre en inversiones, en desarrollo habitacional y el control de poblacional y con ello evitar el desorden que se tenía con anterioridad en la construcción de nuevos fraccionamientos.
Este pasado miércoles, Carlos Peña, tuvo encuentro con los medios, en su ya acostumbrada conferencia de los miércoles, donde hablo de la reunión con el director general de CONAGUA, donde se ven ya los beneficios que se pueden aplicar en Reynosa en materia de obra hidráulica.
Así mismo se cuida también el crecimiento en vialidad, y su ordenamiento, que aún genera en horas pico, gran tráfico vehicular, propio de una ciudad dinámica como Reynosa; pero ahí también se trabaja para darle a la ciudad un mejor flujo vial a todas horas manifestó el edil de la ciudad más grande de Tamaulipas.
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