Por: Chano Rangel
Estas líneas ayer por cuestiones de traslado y tiempo no fueron posibles, pero hoy ya estamos de nuevo en el redil, y vamos a tratar un tema por demás importante.
Muchos años han transcurrido desde aquel 2008, una generación completa vio desde su casa el pasar del tiempo, la inseguridad y el peligro en Tamaulipas, estaba en su punto máximo; después llegó una calma ligera, que perdura aun en estos días, a pesar de algunos medios que acusan al gobierno actual de los últimos acontecimientos.
Desde hace algunos días en muchas regiones del país completo existe un movimiento -de cierta manera común- de acomodo de intereses en estos sectores.
El gobierno de la república respondió con una trastada, y acusó a los adversarios del gobierno del doctor Américo Villarreal, de ser los causantes de los revuelos que ocasionaron desestabilidad en la región noreste del estado. En parte cierto, en parte no, el gobernador el día de ayer, en su reunión con la mesa de seguridad, que tuvo lugar en Matamoros, dio una respuesta contundente a esas dudas que había de su decir y actuar.
Es cierto con gobierno anterior del Francisco García Cabeza de Vaca, se avanzó mucho en tema de seguridad, sin que esto haya quedado excepto de hechos recurrentes en el tema, en partes de nuestro estado.
Si bien es cierto, la respuesta del mandatario nacional fue incierta y errática, también es justo mencionar que la labor del gobernador, al tomar el toro por los cuernos, da a la población certidumbre y confianza de que estos hechos serán pasajeros.
Las fuerzas del orden militar llegaron a esta región, sin que esto signifique que por arte de magia desaparezca todo el movimiento que se da en algunos puntos estratégicos.
El gobernador dio la cara en Matamoros, predio la mesa de seguridad y fue tajante en su respuesta al definir claramente su postura ante tales hechos, que ocurren en la entidad, acompañado de los representantes de la guardia estatal, guardia nacional, marina y ejército, dieron respuesta a las preguntas de los medios locales matamorenses, que fueron en busca de la noticia hasta el punto de reunión.
Desde el 2008, es latente en la entidad los temas conformados por la seguridad ciudadana, sin embargo, los números siguen siendo favorables, datos del mismo secretariado técnico de seguridad pública, esperemos que los hechos sean actos aislados y pasajeros y volvamos a ver a las ciudades en plena ebullición y armonía.
También es cierto predecir que la política se moverá también en torno a los hechos, para bien o para mal los actores políticos y teniendo cerca el 2024, se aprovechan de todo, sin embargo, es preciso decir que la grilla es así, y son los momentos y las circunstancias las que definen el final de una contienda política.
En ambos lados de la trinchera aprovechan los momentos, unos para consolidarse y otros para desestabilizar la política doméstica, este es el camino que sin lugar viviremos de cara al 2024, unos queriendo regresar y otros queriendo quedarse.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Esta semana tomó protesta de manera legal y con el apoyo de todos los sectores y organizaciones Carlos Ernesto Solís Gómez, como presidente del PRI en Tamaulipas, sustituye a Mayra Ojeda, que había quedado de manera interina, ahora si el reynosense se tendrá que ocupar de pegar, armar y acomodar los escombros y pedazos en los que el PRI, ha ido quedando después de las dirigencias desastrosas de Edgar Melhem y Sergio Guajardo.
El reto para Carlos Solís es inmenso, llega en momentos álgidos de la historia del partido, donde el priismo tendrá que conformar una alianza o de plano desaparecer, y ya algunos conspicuos analistas, aseguran que lo que queda del PRI, se adherirá a Morena, consolidando la 4T, del partido, PNR, PRM, PRI igual a Morena. Donde sería su cuarta refundación.
Esto está por verse, de manera personal conozco la capacidad de Carlos Solís, un político metódico, ordenado y de ideas renovadoras, que ha llegado a la dirigencia del partido con ideas y méritos propios, con la finalidad de darle al partido, oxígeno y solidez de cara al 2024. El gran reto lo tiene Solís en sus manos.
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