Por: Chano Rangel
Loa números son fríos, no hay para donde hacerse, la única variable es que las mediciones demoscópicas han sido viciadas, de fondo, forma y esquema. Con este historial por ejemplo algunos neo encuestadores piratas, aseguran que sus números fueron los más acertados con un margen de error de más-menos 15 puntos, ilógico seria no atinarle con ese diferencial de risa.
La pasada elección tamaulipeca para gobernador de estado, dejo en entredicho a muchas empresas encuestadoras, Mitofsky, Electoralia, entre otras muchas que daban un triunfo del morenismo por más de 30 puntos, no fue así, la diferencia alcanzo en números reales apenas los 6 puntos, y solo algunas encuestadoras como MASIVE CALLER, daban más o menos números al resultado final, o por decirlo de otra manera, fueron las menos malas.
Ahora en muchas entrevistas televisivas y de radio, voceros de las aspirantes presidenciales, dan a conocer cifras y de un lado y de otro, se desmienten y acusan de copeteo, de manipular las encuestas, para que el consiente colectivo vaya haciéndose la idea de quién será el ganador.
Las más recientes mediciones serias, las que en la última década han sido más acertadas dan una diferencia de 4 puntos, por el margen de error esto sería un empate técnico, sin embargo, en el War Room, deben de tener las encuestas reales, por ahí puede ser la causa del nerviosismo de algunos actores políticos, cuando ven que los números no le cuadran a su antojo.
¿Qué las encuestas mienten? No hay duda de eso, algunas empresas poco éticas y otras patito se prestan a dar el servicio al mejor postor, sin recato, con un solo símbolo en común: el dinero.
Pero mire la cosa se está poniendo buena, las campañas locales van en su décimo día y como lo apuntamos en anteriores columnas, los números se empezarán a mover con estas campañas que son más cercanas a la población, y donde el ciudadano ve de manera más firme el acceso a una mejor calidad de vida en la ciudad.
Los números también dan márgenes de riesgo para el partido en el poder, en estados como Nuevo León, Jalisco, Veracruz y la Ciudad de México, además de dar un contienda cerrada en el estado de Puebla, como lo escribimos también con anterioridad, atacar al presidente era la peor estrategia de los adversarios, sin embargo, hacerlo de manera regional con alcaldes, gobernadores y algunos servidores públicos en cada región, era más factible y con mejores resultados, una vez que las campañas locales empezaron también los números se movieron.
Por obvias razones los punteros nunca aceptaran una encuesta con números desfavorables, jamás en un juicio de coherencia se aceptará la crítica a sus estrategias, pero los números no mienten; la elección en territorio se cierra más, y moverles a las líneas locales parece ser que es la más efectiva campana de los adversarios.
Si los números son adversos a los presentados por las casas encuestadoras, si la elección no coincide con los números, las encuestas pasaran a la historia como un pésimo ejercicio de medición y de fotografiar un acto y proceso político al momento, y si los números no mienten y las encuestas no dan, entonces se tendrán que replantear su metodología y su costo beneficio.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás
La carrera por las alcaldías de Tamaulipas, son quizá los centros de atención en este momento en la entidad; en ciudades como Tampico, Madero, Mante, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, el interés supera a las contiendas federales.
Hay un punto donde el interés de estas contiendas es importante, son la primera ventanilla donde el ciudadano acude en caso de alguna necesidad, ya sea de salud, educación o social, son las alcaldías en muchos lugares la plataforma donde se soporta la vida cotidiana de muchas familias.
Por eso el interés crece en estas contiendas locales, y la población se vuelca en apoyos a uno u otro aspirante y como lo escribimos párrafos arriba, hay tiro en muchas de estas ciudades.
chanorangel@live.com.mx