POR José Inés Figueroa Vitela
No hay cosa nueva bajo el sol.
En el origen de nuestra época, ya se nos advertía sobre los falsos profetas, de los “lobos con piel de oveja” y se nos enseñó a cómo conocerlos y reconocerlos, el trato que debíamos darles y cómo cuidarnos de ellos.
“Aquí no hay blancas palomitas”, repetía no hace mucho un personaje dedicado a la cosa pública, respecto de los propios, pero marcando las diferencias.
Hay lugares, como Tamaulipas y sus concentraciones urbanas, donde no hay secretos eternos, “todo mundo” se conoce y acepta los dichos, pero de todo y de todos tiene referencias.
La fama pública es tal… y de orden general.
Lo demás es chismorreo y sirve para el entretenimiento y escarnio entre el respetable, que se solaza en el socorrido “deporte” de hablar de terceros.
Entendido lo anterior, agarre su silla y prepárese a ver lo que sigue.
Por estos días han de dirimirse una serie de diferendos, pretendidos conflictos, públicos y privados, entre personajes de la vida estatal, harto conocidos, que inundarán los cada vez más diezmados círculos de café y los cada vez más nutridos grupos de redes sociales, así como las inalterables barras de cantina.
La hora de las definiciones respecto de los rescoldos del pasado y sus enquistes en el presente, ya andan la ruta de las correcciones.
La confirmación del Auditor Superior del Estado en la persona del maestro ANTONIO NORIEGA OROZCO y la elección del nuevo Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción, JESUS EDUARDO GOVEA OROZCO, son promesas de que pronto los saqueadores del pasado serán sentados en el banquillo de los acusados.
”¡Sátrapas!” Les llama el profesor Comandante.
Otros procesos están llegando a su término, relacionados con el inicio de las nuevas administraciones municipales.
La insurrección de los integrantes del Cabildo victorense, que se sintieron relegados por la falta de consideración del alcalde, LALO GATTAS, en la definición de su gabinete, restándole el derecho de voto y que denunciaron la presunción de la comisión de variados delitos.
Y la reconformación del órgano colegiado de gobierno de la COMAPA de Reynosa, contra cuya legislación rectora se amparó el alcalde CARLOS PEÑA ORTIZ y “sus amigos”, los mandos de la institución paramunicipal, usando los mismos instrumentos del pasado tortuoso prianista.
Despejar toda duda respecto de los alcances, en la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación, hasta en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, en su proceso profiláctico, también forma parte de esta singular jornada.
Enseguida se viene el procedimiento para armonizar las reformas constitucionales en materia judicial federales, hacia el plano estatal y con ello se acabará de cerrar el círculo.
Reestructurar desde su raíz la estructura judicial, sometiendo al voto popular la elección de jueces y magistrados, por extensión, limpiará del área de impartición de justicia, todo aquellos que, sin reunir los requisitos, fueron sembrados por el solo hecho de tener una relación de subordinación para con el ejecutivo que se fue y con el único propósito de cubrir sus corruptas espaldas.
En el viaje se irán los jueces que se prestaron a la extensión de órdenes de aprehensión contra los adversarios políticos y los dueños y posicionarnos de las propiedades que se antojó robarse a los CABEZA DE VACA y aquellos que desviaron el curso de la justicia, poniéndola al mejor postor.
De esto y de aquello, se nutre el liderazgo del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, cuyo único propósito evidente, es privilegiar la confianza que le dieron los mayores y los menores de la política estatal, el expresidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y la Presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, así como los ciudadanos tamaulipecos que en masa salieron a votar por sus postulados y lo han seguido haciendo, de manera creciente en las elecciones posteriores a la suya.
Dígase lo que se diga, hágase lo que se haga, en el imaginario colectivo hay plena conciencia de quién es quién en este concierto.
La historia ya los juzgó y los seguiremos señalando con índice flamígero.