POR José Inés Figueroa Vitela
Las casas encuestadoras, son negocios, se entiende y repasa, aunque parezca una obviedad.
La remembranza viene a colación por la nueva etapa de publicación de mediciones respecto del servicio público que han empezado a aparecer por doquier.
Estas encuestas, lo que dicen al ciudadano de a pié, consumidor de tales productos “acabados”, es quién pagó y cuánto, en el universo de potenciales clientes, a esos negocios dedicados a publicar mediciones de popularidad, eficiencia y/o resultados ejecutivos.
Al final del día, tales instrumentos sirven para la promoción y propaganda de los contratantes, lo que suele chocar, cuando abundan las empresas en el mercado, a un tiempo, con resultados discordantes.
Es lo que vemos ahora, por ejemplo, cuando un negocio asegura que CARMEN LILIA CANTUROSAS es la segunda alcaldesa mejor evaluada del país con el 57.1 por ciento de aprobación de sus gobernados, mientras otra empresa da tal condición al altamirense, ARMANDO MARTÍNEZ MANRIQUE, con el 70.2 por ciento de las pretendidas menciones favorables.
En la encuesta de este no aparece aquella, y viceversa.
Como cuando el anterior alcalde porteño, CHUCHO NADER, en sus dos ejercicios se pasó pagando no una, sino cuatro y hasta cinco encuestas, para que unas certificaran el dicho de las otras, de que era el mejor entre sus pares de todo el país.
A lo que tuvieron que responder, esporádicamente sus vecinos, con terceras encuestadoras y algún “pirateo” cuando se retardó el pago de alguna factura.
Ya se agradece que por lo menos no pongan al final de la tabla a algún tamaulipeco, como sucedió en tiempos del insufrible XICO GONZÁLEZ, ahí sí, que nadie le regateó acá, por su ineficiente y corrupto paso por la administración capitalina tamaulipeca.
Aunque tampoco aparezcan precisamente honrosos, los posicionamientos más abajo de la media, de los demás alcaldes tamaulipecos de las principales concentraciones urbanas, incluidos en la primeras encuestas de temporada, por lo menos se concluirá que, ellos no pagaron, ni han dado motivos para irse al final de la relación.
El hecho es que se ha declarado abierta la temporada de patos, lo que servirá para ver quien se sigue haciendo.
En el Congreso Local ayer se dieron una serie de hechos extraordinarios.
Como que entre todos los ocho dictámenes presentados a la consideración del pleno, no hubo un solo voto en contra, solo una abstención, rompiendo con las votaciones unánimes que se estuvieron dando a lo largo de la jornada legislativa.
El debate y los manoteos se redujeron al punto de “Asuntos Generales”, que, como usted sabe, no tiene efectos en las responsabilidades legislativas, propiamente dichas.
Y la discusión volvió a ser con el tema de la salud pública, en la que los panistas andan muy exigentes en busca de la cobertura y la calidad total, por la que fueron omisos y silenciosos cómplices, durante el pasado desgobierno emanado de sus filas.
Las manifestaciones en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Victoria, que vive una complicada transición, de haber nacido como una OPP (Organismo Público-Privado), a ser parte del sistema gubernamental no sectorizado al IMSS-Bienestar, es nada, a lo que vivieron todos los hospitales desde el inicio y a lo largo de todos el sexenio pasado.
Ciertamente, todos quisiéramos que hubiera doctores, consultorios, quirófanos, medicinas en suficiencia, para atender a satisfacción a toda la gente que lo requiera, en el momento que lo requiera, lo que en muchos momentos resulta materialmente imposible, aquí y -más- en China.
Las diferencias son marcadas respecto de lo que ahora se está haciendo y la forma como cerró el viejo sistema denominado prianista.
En promedio, el abasto de medicinas supera más del doble de como se mantuvo en el pasado gobierno estatal, con una decretada cobertura universal que no se tenía y a diferencia del pasado reciente.
Ya sabe, cuando se dejó destruir la infraestructura y el equipo por falta de mantenimiento, mientras ahora se hacen las reparaciones, se compra nuevos instrumentos y se construye, concluyendo las obras abandonadas.
No es poco lo que se tiene que remontar para entrar en la dinámica del crecimiento y la modernización, pero contra todo pronóstico, ya se está haciendo y los resultados están a la vista.
Vencer resistencias históricas, limpiar malas prácticas, afinar los procedimientos, son elementos dinámicos que no se resuelven de una vez y para siempre; implican trabajo esforzado permanente.
De eso se trató el debate subido de tono en los “asuntos generales” de los trabajos de la sesión plenaria legislativa de ayer.
Terminados estos, siguieron las comisiones y entre ellas, se conoció el oficio, turnado a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y a la Auditoría Superior del Estado.
Alude a denuncias de presuntas irregularidades en el sistema DIF municipal.