- Los cuatro elementos de seguridad respondieron preguntas sobre su servicio la noche en que murió el astro, suceso por el que siete médicos están acusados de negligencia
Ciudad de México.- El juicio a siete profesionales de la salud acusados del homicidio por negligencia de Diego Maradona transcurrió ayer con el testimonio de varios policías que el 25 de noviembre de 2020 fueron llamados a una casa en las afueras de Buenos Aires donde el astro había fallecido poco antes y que yacía con el abdomen muy inflamado en una habitación carente de “elementos médicos”.
Lucas Farías, Lucas Borge, Javier Leonardo Mendoza y Hugo Carranza contestaban ante el tribunal integrado por tres jueces, los fiscales y abogados de los imputados distintas preguntas sobre quién les solicitó acudir a la vivienda donde el exfutbolista cumplía una internación domiciliaria
Maradona murió a los 60 años días después de ser operado en una clínica de un hematoma formado entre el cráneo y el cerebro. Según la fiscalía, los profesionales imputados que estaban a su cuidado durante su convalecencia no le brindaron la atención médica adecuada, lo que habría desembocado en su muerte.
Borge fue el primero que testificó en la audiencia. El policía afirmó que entró a la habitación donde en una cama estaba postrado Maradona: “Estaba acostado, ya fallecido, tapado con una sábana blanca como si estuviese durmiendo. Tenía la panza muy hinchada, tenía una remera (camiseta) negra y un short de Gimnasia y Esgrima”, contó.
Los representantes de los familiares de Maradona han señalado que la vivienda no estaba habilitada adecuadamente para “una persona que merecía cuidados serios”.
El tribunal deberá determinar si los acusados son culpables del delito de homicidio simple por dolo eventual, que es cuando el victimario sabe que su conducta puede ocasionar un daño, pese a lo cual continúa con la acción. Contempla una pena máxima de 25 años de prisión.