Ciudad de México.- La intensidad que exige un clásico se quedó sólo en el plano imaginario. Chivas desaprovechó la trascendental ventaja de la localía en la búsqueda del boleto para disputar el título, al terminar con un empate sin goles frente al América en el primer duelo de las semifinales del torneo Clausura 2024 de la Liga Mx.
Aun cuando el juego y el marcador fueron insulsos, para las Águilas fue un premio. Al haber terminado líderes en la fase regular, los americanistas avanzarían en caso de un empate global. No sólo eso, tendrán otra ventaja, pues cerrarán la serie el próximo sábado con sus seguidores en el estadio Azteca.
Las expectativas, como en todos los clásicos, desembocaban en una euforia que pintó de rojiblanco el estadio Akron. Era la cuarta ocasión en la que ambos se enfrentaban en este torneo y ninguno había impuesto su superioridad después de una victoria para cada club y un empate.
Sin claridad
El pase a la final de la Liga Mx estaba en juego, pero tanto Guadalajara como América no supieron corresponder a la exigencia del duelo y el fervor que mostra-ban sus seguidores en las gradas. Jamás hubo emociones ni claridad en la cancha.
Hubo garra por parte de los tapatíos, que pusieron presión sobre la meta de las Águilas en varias ocasiones. Pero en el futbol no basta el coraje para ganar un partido, hace falta también una técnica perfecta para manejar el balón y, sobre todo, saber derrotar al rival.
Fernando Gago, timonel del Rebaño, recompensó a Víctor Pocho Guzmán como titular después de haber anotado el gol frente a Toluca que les dio el pase a esta instancia, aunque ahora poco pudo hacer para impulsar al equipo.
Con un Ricardo Marín como líder en la ofensiva, los tapatíos fueron más arriesgados en el ataque frente a unas Águilas que supieron detener los embates a la espera de que los locales se vieran afectados por el cansancio y la desesperación.
Así, Marín logró romper a la zaga americanista en un par de ocasiones; sin embargo, no pudo vencer a Luis Malagón, guardameta que supo manejar la presión para mantener en cero el marcador.
Aunque el duelo fue limpio, no faltó la polémica. La afición mostró un hostil recibimiento con abucheos para Cristian Chicote Calderón, jugador que al inicio de la temporada traicionó la lealtad al club tapatío para vestir los colores americanistas.
Si el juego en la cancha era frío, en las gradas el ambiente era más intenso. Pese a la falta de goles, los seguidores rojiblancos lanzaban un entusiasta aliento para su equipo, más allá de pedir que alcanzaran la meta, reclamaban pelear por el orgullo en casa.
La presión ya rondaba a Gago, quien se vio obligado a buscar una alternativa para refrescar su esquema. Así mandó a la cancha a Javier Chicharito Hernández, pero ni siquiera el experimentado ariete pudo salvarlos.
Ahora, las Chivas llegarán al encuentro de vuelta con un mayor peso, pues si quieren acceder a la final están obligadas a ganar en el territorio más hostil, la casa del acérrimo rival.