- El cofundador del cártel de Sinaloa será juzgado por 17 cargos, entre estos, empresa criminal y tráfico de drogas
Ciudad de México.- El cofundador del cártel de Sinaloa, Ismael «Mayo» Zambada, se declaró este viernes 13 de septiembre «no culpable» en una audiencia en el tribunal de Nueva York, donde será juzgado por empresa criminal y tráfico de drogas, que pueden llevarle a pasar el resto de sus días en la cárcel.
Vestido con traje de presidiario y debilitado físicamente -necesitó ayuda para levantarse de la silla al dejar la sala-, Zambada, de 76 años, escuchó de la fiscalía los 17 cargos de los que se le acusa, de los que se declaró «no culpable» a través de su abogado.
Su próxima vista está prevista para el 31 de octubre.
Al ser cuestionado por el juez James Cho sobre cómo se sentía, el acusado respondió con un escueto: «Bien, bien». Después, se limitó a responder con un «sí, señor» a través de intérprete a las preguntas habituales del magistrado sobre si entendía las acusaciones y cuestiones de procedimiento.
El fiscal Francisco Navarro recordó que su oficina busca «una orden permanente de detención» para el acusado, que supone «un peligro extremo para la sociedad y alto riesgo de fuga».
La fiscalía de Nueva York acusa a este famoso narcotraficante, que en más de cuatro décadas de carrera delictiva nunca había sido preso, de 17 cargos, entre ellos empresa criminal continuada, tráfico de drogas (en particular cocaína, heroína y fentanilo), asesinato y tráfico y posesión de armas.
De ser hallado culpable, puede acabar sus días en la cárcel, como su compadre Joaquín «Chapo» Guzmán, cofundador del cartel de Sinaloa, que fue condenado en el mismo tribunal de Brooklyn a cadena perpetua.
Detenido en el aeropuerto de Santa Teresa (Nuevo México) al aterrizar en un pequeño avión en compañía de Joaquín Guzmán López, hijo del «Chapo», Zambada también se había declarado no culpable ante un tribunal de la fronteriza localidad de El Paso, en Texas.
Según contó en una carta tras su detención, Zambada fue emboscado y engañado por Guzmán López y traído por la fuerza a Estados Unidos.
En las últimas dos décadas, la justicia estadounidense había emitido al menos 16 órdenes de acusación contra él.