Por: Chano Rangel
Durante muchos años un poco más de 80 el PRI construyo bajo sus mandatos, prácticamente todas las instituciones del estado, incluyendo aquel congreso constituyente, donde se definió la vida política y social del país en 1917; quedando claramente dividido en tres, ejecutivo, legislativo y judicial, bajo un esquema de democracia Yorkina (esta palabra es justa de un análisis en otra columna).
Durante todo este periodo postrevolucionario se fortaleció el Banco de México, se creó el seguro social (IMSS), se creó el ISSSTE, y prácticamente todo el andamiaje con lo que este país camina aún.
Algo si se tiene que reconocer, todas estas instituciones caminan, aún prestan servicio y siguen siendo pilares del crecimiento y fortalecimiento de millones de familias en nuestro país; y sin duda su desaparición sería una catástrofe de magnitudes inimaginables para la nación. No se tocan.
Pero precisamente, cuando dos poderes se abalanzaron sobre uno, la desigualdad en el poder empezó a generar grietas, la antagónica división de mexicanos pregonada por Andrés Manuel López Obrador, donde solo había lugar para los pobres, que representaban un gasto del 11% nacional, y los programas sociales se convirtieron en la columna vertebral de la nación, no generaron riqueza, tampoco empleos, pero si muchos votos, bastantes.
Los tribunales con la mayoría aplastante de Morena se sometieron, le TRIFE, dio mayoría absoluta al morenismo, y el congreso en pleno se arrodillo ante la mandataria nacional, la primera mujer en la historia de llegar a esa posición por la cualquier vía conocida.
Sin embargo, su posición también llego con una manual de operaciones ya escrito por su antecesor, el segundo piso de la transformación es también en la practica la continuidad de divisionismo y confrontación entre ricos y pobres.
Pero siempre hay espacio para estar, pero, si muchos consideran el sexenio de AMLO, como una tragedia económica, es porque aún no han visto de cerca una guerra comercial con Estados Unidos, nuestro socio comercial más importante, el 84% del comercio de nuestro país, se genera con los gringos, al otro lado del río Bravo.
Con la amenaza de los aranceles, vienen otros temas de fondo, el fentanilo, el crimen organizado y la migración fondo de todo este show mediático y político de Trump, que por ejemplo hoy puso de buenas a la líder de Morena, Luis María Alcalde, que presumió que los aranceles si van, pero negociados, que alegría, si te vamos a fregar, pero tú nos dices hasta donde aguantas, ¿cuál será la presunción?
Pero mire en tiempo que se necesita unidad nacional, la presidente convoca al zócalo lugar del acarreo y protestas del morenismo, la ejecutiva mando llamar a los borregos, seguro llenaran la plancha del lugar, y la fotos saldrán impresionantes, los gobernadores enviaran a sus huestes, los morenistas obvio, no serán invitados los opositores, seria buen momento para empezar la reconciliación nacional, pero no será así, tampoco serán invitados jueces y magistrados porque en este país, todo es su culpa, ellos son los que frenan el progreso y la justicia social, la Suprema Corte es corrupta, son los malos de la película, y ahora los odiados, los fiscales, son los héroes de la patria según la visión de la 4T.
El discurso de Claudia Sheinbaum será para el morenismo, no para la nación, esa no importa, lo mejor es darle pan a la gradería, al defensor de los votos, de la patria y de la destrucción del país, la unidad nacional puede esperar, aún no se revienta la liga, todavía le quedan algunos hoyos al cinturón para aguantar ajustes políticos, y los aranceles también puede ser un buen espectáculo de nacionalismo en pleno zócalo capitalino.
Muy seguramente la gran mayoría de los asistentes al mitin del próximo domingo, no paga Impuestos, no paga cuotas al IMSS, no paga cuotas al INFONAVIT, porque si así fuera poco tiempo tendrían en andar en el zócalo apoyando decisiones que no dependen de los mexicanos, pero con el pretexto del nacionalismo, es buen momento de enredarse en la bandera, discursar frente a sus aplaudidores, al otro 70% de mexicanos, que si trabaja y produce, lo dejaron fuera, son pensante y esos no votan por el morenismo.
Pero aun espacio para estar peor, si se sigue a pie juntillas el manual, obradorista, la debilitación del sistema judicial, el sometimiento del sistema electoral, y del congreso, entonces la ruta a seguir sería una bomba de tiempo, que de no llegar a tiempo la soluciones podría tronar en la misma cocina, se llegó a un momento idóneo para la reconciliación nacional, pero en su lugar se optó, por no invitar a la nación al apoyo, solo los seguidores. Claudia gobierna para para Morena, el país puede esperar para otro momento, que quizá nunca llegue.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
El día de hoy en la región de Reynosa-McAllen, se da un evento trascendental para las ciudades que conforman esta zona conurbada en ambos lados del Río Bravo, Carlos Peña Ortiz y el mayor de Hidalgo, y demás mayores de esa región texana que acompañaran para sellar lazos de amistad.
La región de Reynosa-McAllen, es sin duda de las más dinámicas en toda la frontera norte, junto a Matamoros, Río Bravo, Valle Hermoso, Brownsville, San Benito, Harlingen, Donna, Weslaco, Mercedes, Pharr, Mission, Edinburg, forman una comunidad de más de 3 millones de habitantes conformando una de las áreas con más movimiento comercial en ambos lados del río.
Para el alcalde de Reynosa, tender puentes de amistad es la solución, no hay que poner aranceles, para crecer, para el desarrollo de las familias en ambos lados de la frontera, que por generaciones han compartido las márgenes del rio bravo como sus hogares, y el abrazo en mitad del puente internacional entre ambos alcaldes, es un símbolo de hermanamiento y consolidación de una región.
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